Bibliografía - Jesús Manso

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Presentamos en este documento un conjunto de recomendaciones, materiales y recursos que buscan desarrollar y fortalecer la práctica del aprendizaje colabora-tivo. Esta práctica, señalan Denise Vaillant y Jesús Manso, «parte de la base de que el alumnado crea significados en conjunto, y de que el proceso lo enriquece y lo hace crecer», entendiendo que, si bien «con el aprendizaje individual algunos alumnos aprenden más rápido, con el aprendizaje colaborativo todos aprenden mejor».
El documento se estructura en seis capítulos. El primero es el marco conceptual y busca describir las categorías fundamentales asociadas a la práctica del aprendizaje colaborativo. Ofrece un conjunto de razones de por qué es importante promover este tipo de acciones, en la medida en que la evidencia muestra que son altamente efectivas al ayudar a mejorar los aprendizajes.

El segundo capítulo ofrece los elementos clave para pensar en un modelo de implementación en la escuela. Este componente aborda la pregunta por las condiciones necesarias que se espera se produzcan en la escuela para aumentar la probabilidad de impactar en las dinámicas de trabajo de profesores y estudiantes, delimitando así roles, tiempos, coordinaciones y espacios para el aprendizaje colaborativo, entre otros.

El tercer capítulo está dedicado a la propuesta didáctica, esto es, fundamentalmente, a proporcionar herramientas y recomendaciones sobre las dinámicas y las interacciones entre docentes y estudiantes centradas en el trabajo en el aula. Busca moldear formas novedosas de interacción del núcleo pedagógico y, con ello, mejorar la relación entre el docente, los estudiantes y los contenidos desde un enfoque de práctica pedagógica efectiva.

El cuarto capítulo, dedicado a los recursos, está directamente relacionado con el tercero, y ofrece un conjunto de actividades, protocolos, ejercicios, pautas de trabajo, etc. para facilitar las tareas del aprendizaje colaborativo en el aula. Proporciona ejemplos de interacciones esperadas entre profesores y alumnos que muestran formas adecuadas de desarrollar el aprendizaje colaborativo. El objetivo de esta sección es proporcionar ejemplos concretos para mejorar los procesos de enseñanza-aprendizaje desde la perspectiva de la colaboración.

Los últimos dos capítulos, dedicados a las orientaciones y a ejemplos de talleres para la formación docente, proporcionan recomendaciones generales para construir un programa de formación y capacitación de profesores en la práctica del aprendizaje colaborativo. Estas orientaciones permiten crear actividades de desarrollo profesional docente centradas en el cultivo de las competencias para potenciar la colaboración.

Por último, se ofrecen ejemplos de cómo organizar actividades de capacitación (seminarios, talleres, etc.) para que los centros educativos puedan avanzar en la implementación de una cultura basada en el aprendizaje colaborativo.

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