Bibliografía - teoría del caos

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La complejidad es inherente a la comunicación. Multitud de factores intervienen en cualquier interacción cotidiana. Observar, estudiar y sistematizar la forma en que se relacionan la gran cantidad de elementos que intervienen en la comunicación humana es uno de los objetivos de la lingüística (y de partes de la filosofía, la psicología o la antropología).

Esta complejidad es difícil de estudiar con las herramientas típicas de las disciplinas humanísticas. Para solventarlo, algunas escuelas teóricas han recurrido a enfoques metodológicos típicos de las ciencias exactas, con resultados igualmente imprecisos. Sin embargo, por encima de las ciencias exactas y las humanidades, a partir de la física teórica, se ubica el paradigma del estudio de los sistemas complejos: “una ciencia de ciencias” (Johnson 2007, 16) que ha provisto de un marco teórico universal a disciplinas muy diversas (la economía, la biología, la sociología del urbanismo), incluyendo, en los últimos años, a la lingüística.

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