El aula ha sido tradicionalmente el escenario clave del proceso de enseñanza-aprendizaje, un espacio en el que docentes y estudiantes coinciden para construir conocimiento de manera compartida. Aunque el espacio físico pueda parecer inmutable, la forma en que este se organiza y se utiliza tiene un impacto directo en el aprendizaje.
En el aula de enseñanza de español como lengua extranjera, cada uno de sus componentes ofrece oportunidades pedagógicas valiosas que, si se utilizan adecuadamente, pueden transformar la dinámica educativa. Este artículo explora los elementos del aula, sus posibles usos, así como sus ventajas y limitaciones en el contexto del aprendizaje de una lengua extranjera.