Hace un par de años trabajé en un bar que tiene fama porque tanto los camareros como los clientes son extranjeros. Allí me pasaron algunas anécdotas muy curiosas:
- Una de mis compañeras era brasileña y tenía muchos problemas con distinguir la pronunciación de "r" y "j". Mi jefe se llama Ramón, así que os podéis imaginar lo gracioso que fue cuando un día se acerca y me dice: "Rosa, por favor, ¿puedes pedir un pincho de Ramón a la cocina?" Sabía que no se llevaban muy bien pero tampoco para tanto...
- Otro día se acercan dos extranjeros a la barra. Veo que uno de ellos le está explicando al otro lo que tiene que decir, así que cuando acaba de explicárselo, se acerca y me dice: "¿Puedes darme un coño?" A lo que yo le contesto: "hombre poder puedo, pero creo que no es eso lo que me quieres pedir" Todavía recuerdo las risas de su amigo mientras le estaba explicando qué me había dicho...
- Otro de mis compañeros me estaba contando que por fin había hablado con la chica que le gustaba de su clase y me dijo: "no hablé mucho con ella porque estaba muy excitado y tenía vergüenza" Por supuesto le expliqué que "excitado" podía tener más significados...
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