Soy persiana
Remitente:
Aún recuerdo el primer día de clase con mi querida Anahita, una estudiante austríaca de padre iraní. Al presentarse, me dijo que era persiana. Y claro, no pude aguantarme la risa... Y cuándo le señalé el objeto, que precisamente teníamos en clase, se quedó a cuadros, porque no era la primera vez que lo decía, y nadie la había corregido.
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